Abrazar no siempre es fácil, muchos seres humanos sentimos la constante necesidad de abrazar a esas personas que nos hacen sentir bien, esas con las que tenemos confianza o simplemente las que por haberlas mirado durante un rato nos sacan el impulso y las ganas de abrir los brazos y establecer un contacto físico para crear sensaciones de las que hablaremos mas adelante. La sociedad occidental nos ha dado una imagen del abrazo como una marca de confianza familiar o reservada a grandes amistades o parejas. Pero, ¿por qué motivo debemos ocultar nuestras ganas de dar abrazos espontáneamente a personas que a veces ni conocemos? Exactamente, no hay nada que nos impida hacerlo. También hay varios tipos de abrazo, y esto tiene que quedar claro. No le vamos a dar el mismo abrazo a la persona que nos gusta que a la persona que acabamos de conocer o esa que nos cae mal. Y sí, habéis oído bien, a la persona que nos cae mal también deberíamos darle un abrazo ya que abrazar es algo...